
¡Qué voy a decir de las bondades de estos personajes extraordinarios! ¡Si hasta son familia mía! Pero baste, con que nada más entrar, Sancho ya te atiborra de regañaos, trenzas, salchichas, longanizas, chorizos, delicias de teruel y demás productos de su tierra. El otro día nos brindó una fideguá de su madre que estaba para chuparse los dedos. Desde esta humilde página un saludo para Tina.
Desde hace tiempo, soy un asiduo a su casa. Yo suelo llegar a la hora del vermut, como a mi me gusta, lo justo para preparar unos gin-tonics bien suaves antes de comer y empezar de buena gana. Normalmente, Luque no dice nada, pero sé que los quiere. Sancho suele negarse, pero se le convence con rapidez. Otros habitantes de la casa, como Pablo (la conexión argentina) son más sensatos y huyen de las tentaciones.
Y claro, después de comer opíparamente, más gin-tonics. Y los preparo así, como en la foto. En copa y con cortecica de limón tan solo, nada de pulpa.

